Correr por montaña: hay que ganárselo
Así reza el último boletín que hemos recibido de los organizadores del Ultra-Trail du Mont-Blanc (UTMB). Y no es ninguna tontería. Hace unos días leímos que tres personas habían muerto en una carrera en Francia, el Raid du Mercantour. El año pasado, dos corredores murieron en Alemania, en una carrera de solo 15 km.
Eso de “correr por montaña hay que ganárselo” puede parecer a bote pronto una frase arrogante, pero lo que viene a decir la nota del UTMB son todo cosas de sentido común:
– Conocer la longitud y perfil de la carrera
– Tener capacidad de autonomía
– Saber afrontar sin ayuda externa las situaciones climatológicas adversas
En la montaña no hay avituallamientos cada 15 minutos, ni ambulancias en la esquina siguiente, ni la organización de ninguna carrera se puede hacer responsable de la evacuación del personal si la cosa se pone fea. Y cuando la naturaleza despliega su potencia no hay quien la pare, eso lo sabemos todos.
¿Las muertes que comentaba arriba son casualidad? Bueno, el primer impulso puede ser pensar que estamos locos. Pero si uno se para a leer los detalles, ya se ven rasgos comunes: en ambos casos, los corredores iban en camiseta de tirantes y pantalón corto, a pesar de estar lloviendo y, en el momento de la salida de la carrera de Alemania, a pocos grados sobre cero (esto desembocó en ventisca, granizo, temperaturas bajo cero … ). Y sin ningún chubasquero, prenda de abrigo o similar. Pues hombre, hay que ser bastante inconsciente, y dejémoslo ahí.
¿Solución? Muy fácil: concienciarse de que en la montaña hay que ir siempre con material de sobra, por si acaso (a no ser que uno sea muy experto y tenga muchos recursos, que al menos no es mi caso). Y entrenar periódicamente en montaña para ir dándote cuenta de los fallos que se van teniendo. Cosas que no pueden faltar:
– En invierno: Polar de abrigo, chubasquero en condiciones (con capucha y Gore-Tex mejor), malla larga, gorro, buff o braga para el cuello, guantes, manta de supervivencia (sí, eso también), agua, comida, bastones (si hay posibilidad de nieve/hielo), esparadrapo. ¡Ah! Y mirar las previsiones, que desde hace tiempo son muy fiables incluso en montaña.
– En verano, casi lo mismo: chubasquero, gorra, buff o braga para el cuello, malla larga/pirata, guantes, manta de supervivencia (sí, también en verano), agua, comida, bastones (si hay posibilidad de nieve/hielo, a partir de los 2000m siempre hay algo hasta primeros de julio), esparadrapo. ¡Ah! Y mirar las previsiones, que desde hace tiempo son muy fiables incluso en montaña.
Única excepción: si el día es perfecto y las previsiones dicen que se va a mantener. En ese caso se pueden quitar algunas cosas, pero no todas. Yo incluso entrenando siempre llevo agua, comida (barritas o jamón serrano), chubasquero, buff, manta de supervivencia, esparadrapo y, normalmente, bastones (no los llevo cuando conozco el terreno y sé lo que me voy a encontrar). Esto no pesa nada, cabe en cualquier mochila o riñonera.
Y como ejemplo, un caso de éxito en montaña cuando las cosas se hacen bien: cómo correr un maratón alpino duro, como el de Madrid, siendo corredor de maratones y de ultrafondo en asfalto. Es el caso de Carlos, que no tenía experiencia en montaña ni unos ritmos estratosféricos, pero en cambio:
– Se lo planteó casi con un año de antelación
– Se informó exhaustivamente: en diversos foros, entrenando in-situ con nosotros, etc.
– Recorrió cada metro de la carrera antes del día D
– Probó todos los materiales que le recomendaron: chubasquero, bastones, mochila, etc.
– Entrenó con todo tipo de clima: calor extremo, ventisca con temperaturas bajo cero, etc.
– Probó a comer y a beber en todo momento
– Y sobre todo: con este cóctel siempre tuvo un plan B para saber retirarse si no era el día
Con todas estas cosas en mente (y en la mochila) es como se puede afrontar una carrera por montaña con más garantías. Aún así en el monte puede pasarnos de todo, es cierto, pero las probabilidades de saber hacer frente a los imprevistos son infinitamente mayores si vamos bien preparados. Y así, entre todos, contribuiremos a que cada vez sean menos las noticias que hablan de “accidentes” en carreras por montaña.
PD: El comunicado completo que ha publicado la organización del UTMB se puede leer aquí. Además, los mapas detallados de la carrera están en la sección “Documentos” de la web, concretamente en este enlace.
Ufff… Nunca leí esa noticia. Se me han puesto los pelos de punta…
Sabéis que en “aquel” primer entrenamiento que hice con vosotros sufrí lo indecible, y aunque en ningún momento tuve sensación de riesgo serio, (debido precisamente a haceros caso a los que teníais experiencia e ir medianamente bien equipado), las condiciones tan cambiantes del día me hicieron comprender que las cosas se pueden poner MUY MAL en MUY POCO TIEMPO y en MUY POCO ESPACIO, y que la sensatez de ponerse siempre en lo peor puede, literalmente, salvarte de un disgusto muy serio.
El resto de mérito que me puedo atribuir es simplemente escucharos y leeros con atención, y eso fue lo que consiguió que este pobre paquete acabara en tiempo lo que poco antes se antojaba una empresa casi irrealizable.
Abrazos para todo el equipo. 😉
Bueno, carlos, pues a mí no me parece poco mérito saber lo que no sabes para poder aprenderlo
Aún los mejores ochomilistas han pasado momentos al filo de la tumba (oyarzabal, pasaban, messner, diemberger, etc..)
Y es que el monte, lo mismo que nos da todo, nos lo puede arrancar. Nosotros, a pelear porque las probabilidades estén siempre a nuestro favor. Y del resto de imprevistos, líbranos señor.. No queda otra 🙂
Se me había pasado esta interesantísima entrada, Mayayo. Desde luego la actitud de Carlos en esos días fue ejemplar, así como la manera que tuvo de afrontar el reto cuando se dio de bruces con la realidad. Con la dura realidad de lo que es la montaña.
Ciertamente el ir preparado, tanto del material como de la información adecuada, no son garantía de éxito en nuestras pequeñas empresas pero es la única manera lógica de enfrentarte a ellas. Sin esa previsión es como jugar a la ruleta rusa.
Contundente la organización de UTMB cuando tiene que recordar que “el rol de la organización no es ayudar al corredor a gestionar esos problemas”. Más claro, agua.
Gracias por compartir esta reflexión 😉 deberíamos leerla con cuidado todos.
Si, la montaña mas que una madre es una madrastra que en cualquier momento te puede dar un duro, durisimo golpe si le pierdes el respeto.
A cambio, es una gran maestra para tantas cosas…
Tu estuviste tambien magnífico en el MAM, jesus. Y lo q es más, me temo que estás infectado y que las carreras montaraces pronto serán para ti mucho más que un amor de verano.
Al fin y al cabo, quien dio el primer paso para que los hobbits dejaran la comarca rumbo al Monte del Destino? :-))