Carros de Foc

La primera vez que leí la palabra “skyrunner” fue asociada a una mítica prueba que se celebra en los Pirineos y que consiste en una ruta circular que une los 9 refugios del Parque Nacional de Aigüestortes. Carros de Foc es el nombre de esta prueba, y los skyrunners son aquellos que son capaces en realizar el recorrido en menos de 24h.

Perfil del recorrido

Algo más de 60km, 9200m de desnivel acumulado (4600 de subida), bastantes zonas técnicas, mucha belleza y paisajes de ensueño. Estos son los datos de la bestia.

A principios de enero decidí intentar el reto. Han pasado muchas cosas desde entonces, casi todas buenas por sí mismas: entrenamientos por la sierra de Madrid con nieve, frío, viento, lluvia o calor, pruebas varias de asfalto y montaña, salidas en bicicleta por mi pueblo, trabajo de gomas, saltos a la comba y ejercicios varios para fortalecer tobillos y rodillas, etc.

Y el gran día llegó. Estaba muy nervioso, tanto que no pude poner casi nada aquí los días previos. No las tenía todas conmigo: me asaltaban muchas dudas, el sábado anterior tuve un tropezón entrenando por La Pedriza que me sumió en la oscuridad, en aquellos recuerdos del MAM frustrado que no pude correr porque una piedra de la Loma del Noruego se interpuso entre esa carrera y yo … Tampoco conocía el recorrido por mí mismo, y aunque llevaba fotocopias del mismo con anotaciones extraídas de la guía oficial y de diversas webs (qué útil resultó esto al final), no es lo mismo tener simples datos en un papel que haber pateado las sendas.

Estanh Mört

El viernes llegué a Aigüestortes. En el refugio de Amitges había un ambiente excepcional. Camaradería, caras pensativas, unos riendo y gastando bromas y otros dando consejos de experto. “¿Qué tiempo piensas hacer?” “¿Lo has hecho alguna vez antes?” “¿Cómo vas a ir de Blanc a Mallafré?”.

A las 19.30 dan la cena (excepcional, por cierto). Me siento con unos Tarraconenses que quieren bajar de 18h. Les cuento que no conozco nada del recorrido pero que llevo mis mapas preparados y no dan crédito. Tampoco llevo GPS (en casa de herrero … ). Tengo el track desde marzo, pero … me parece poco auténtico. Me explico: parte de la gracia de estas pruebas está en encontrar las marcas, en saber orientarte, en interpretar esos hitos, estacas, mojones y señales y lanzarte a la aventura. No digo que no tenga mérito terminar la prueba usando un GPS, pero creo que le quita encanto.

3.55 am: empieza la prueba. Hay 36 horas para empezar, y lo hago con Agustín, Pedro y Daniel, madrileños todos con ambas aspiraciones: TERMINAR. La idea era intentar aprovechar las primeras horas de fuerza para hacerlas de noche. Los dos primeros tramos (Amitges-Saboredo y Saboredo-Colomers) los cubrimos de noche. Hay varias zonas aquí para trotar pero al ser de noche preferimos andar y no perdernos. Queda mucha carrera todavía.

Pedro, Daniel y el que suscribe en La Restanca (el objetivo estaba empapado, lo siento)


Amanece en Colomers. Seguimos a Restanca subiendo un collado no muy largo y bajando hasta casi el infinito. También se puede correr bastante pero dos del grupo empi
ezan a ir un poco cansados. Agustín va muy fuerte, sube bien y baja mejor todavía. Yo las subidas las hago bien (si no son demasiado técnicas) y bajo como buenamente puedo (MAL, MUY MAL, seamos sinceros).

Seguimos avanzando y cruzándonos con otros corredores. Unos nos adelantan, otros van más lentos, otros vienen en sentido contrario, etc. Poco antes de llegar a Ventosa nos cruzamos con el grandísimo Kiko Soler, campeón de carreras por montaña en 2001 y ganador la extinta maratón del Aneto del 1997, 1998 y 1999. Ya me lo encontré la noche anterior en el refugio y le di la mano. “¿Tú eres Kiko Soler?” “Bueno, sí, me llamo así pero no soy el único”. Lo felicité por sus éxitos deportivos y me dice “pues voy a correr mañana, igual que tú y que el resto”. Estos detalles hacen grande a los verdaderos campeones (como curiosidad, lo que nosotros hicimos en 15h él lo hizo en poco más de 5, aunque al final dicen que se retiró porque no se encontraba bien, dicen que salió muy rápido y le pasó factura).

Tras llegar a Ventosa nos dirigimos al tan temido Collado de Contraix. Vamos poco a poco, sin perder la calma y sin bajar el ritmo. Lo encaramos y empezamos a subir por las piedras … Era una especie de Salenques, mi bestia negra en el Ultra Trail Aneto … pero en pequeñito (siento decepcionar a muchos de los que me leen, pero Contraix no me pareció lo más duro de la carrera). Antes de darme cuenta ya estábamos a solo 200m de la cima!!! La experiencia del Aneto me ha venido bien para darme más confianza en terrenos técnicos, pero aún queda mucho por hacer.

Vista de la subida al Contraix desde la cima del collado.

A mitad de la subida Pedro y Daniel deciden quedarse, descansar, intentar llegar al siguiente refugio y de ahí acortar para volver a Amitges. Iban desgastados y con la mente derrotada. Lo sentí por ellos, aunque fue bastante sensato ya que Agustín (sobre todo) y yo íbamos esperándolos bastante y en el límite del tiempo.

La bajada de Contraix fue larguísima y muy machacona para las piernas. Llegamos al Estany Llong y a partir de ahí fuimos corriendo en las zonas llanas o de bajada no muy técnica y conseguimos recuperar tiempo. Tanto Agustín como yo tuvimos nuestros bajones mentales pero fueron bastante cortos y se solucionaron muy bien.

Bajada desde el Collado de Contraix, con el Estany de Contraix al fondo


Tras el Estany Llong vinieron Colomina y Blanc. En Colo
mina se nos unió un tipo de Tarrasa (Doni) que llevaba una hora más que nosotros porque se había perdido bastante (aunque de fuerzas iba mejor). Antes del Blanc aparecieron dos collados inesperados para mí (¿qué era eso de que después de Contraix ya está todo hecho?): el Pas de l’Os y el Coll de Saburó. Este último en concreto fue para mí el más duro, sin duda alguna. No podía, cada piedra se me hacía una montaña, nunca se llegaba a la cima, más piedras y más piedras …

Al final todo pasa, y subí el Saburó. Nos pilló la noche bajando y llegar a Blanc fue toda una odisea, perdiendo una media hora. Aquí hago un inciso: Pedro, uno de los que se “bajaron del carro” en Contraix, era el único que conocía el recorrido. Agustín y yo fuimos todo el rato tirando del mapa, de mis anotaciones y de la brújula en algún caso. Y solo nos perdimos en ese punto, antes de llegar a Blanc.

Estany de Cubieso, poco antes de llegar a Colomina

Nos quedaban 5h y solo quedaban dos refugios. Para ir de Blanc a Mallafré elegimos la pista que bordea un poco la montaña y pasa por los famosos túneles. Se hacen más kilómetros pero es casi llano, y eso se agradece. Decidimos poner el turbo para que Doni llegase a tiempo y nosotros también. Yo quería correr pero no hizo falta, nos pusimos a andar rápido (10 min/km, 6 km/h, el ritmo de andar por el metro de Madrid) y llegamos a Mallafré en menos de 3h.

Doni ahí tiró rápidamente para Amitges, y Agustín y yo nos lo tomamos con más calma pero sin relajarnos, que esto aún no había terminado. Subimos la pista a buen ritmo aunque fue cansado, y finalmente …

¡Bravo skyrunners!


Regresamos de nuevo a Amitges tras 23h15′. ¡Qué emoción!. Fue una sensación de superación inmensa: Agustín y yo, sin conocer el terreno y sin GPS, habíamos sido capaces de terminar Carros de Foc, una prueba mítica por el pirineo. ¡Aupa, skyrunners! Por otro lado, me quedó la sensación agridulce de intuir que podía haber acabado en menos tiempo. Hubo muchos tramos que hicimos andando y se podía trotar perfectamente, ganando entre 15 y 20 minutos entre cada dos refugios. Si a eso se quitas también los parones de hasta media hora (¡media hora, qué locura!) en los primeros refugios … pues sí, quedan unas 20h o incluso menos.

En cualquier caso lo pasamos muy bien y a ratos no tan bien porque fue duro. Muy duro. Carros no es ningún paseíto, pero merece la pena visitar los paisajes y el entorno tan espectacular. Recomendado 100% a todo el mundo, sea paseante, montañero o corredor.

Y por cierto, nuevamente termino sin apenas dolores musculares (los cuádriceps algo cargados, lógicamente) y sin ampollas ni uñas negras ni nada que se le parezca. Las plantas de los pies duelen un poco pero mucho menos que tras el Ultra del Aneto. De momento esta parte post-carrera me está yendo bien, espero que sea así por mucho tiempo.

Finalmente, dos ideas como recomendación a futuros skyrunners: yo he cometido dos fallos que se pueden evitar. El primero fue no ir antes a hacer el recorrido en 3 ó 4 días. Ir solo con un mapa es un poco arriesgado, pues no es difícil perderse (aunque he de decir que no está tan mal indicado como se cree). Mi segundo fallo, cometido a raíz del primero, fue salir con gente de nivel diferente: Agustín iba mucho mejor que yo, y Pedro y Daniel peor que nosotros. Si repito esta carrera (espero hacerlo bastantes veces porque me ha gustado mucho, y esa marca hay que bajarla), intentaré ir con gente que sepa seguro que termina conmigo, o en caso contrario solo.

La explicación es clara: ir con gente mejor que tú desemboca en que les haces perder tiempo y además tú vas por encima de tus posibilidades. Con tanta distancia y desnivel esto equivale a pájara segura. Del mismo modo, ir con compañeros que van más lento puede dar al traste con el objetivo de terminar en 24h, ya que una vez ahí no los vas a dejar en medio del recorrido, y más cuando no hay cobertura de móvil ni nada.

Mi fortait con los 10 sellos correspondientes


PD: El resto de fotos está aquí. No hay muchas porque íbamos con el tiempo justo. Dejo para mañana unas reflexiones finales sobre esta prueba y sobre más cosas.

PD2: Desde aquí quiero agradecer el grandísimo esfuerzo de Valentí, guarda del refugio de Amitges. Ha estado despierto desde el viernes a las 7am hasta que el domingo entró en último skyrunner por su refugio, con unos avituallamientos excelentes, unas cenas buenísimas y un trato exquisito. Se lo dije al llegar de nuevo a Amitges (cuando sacó un magnífico caldo, un plato gigante de alubias con chorizo y unas albondigas con guisantes y salsa que estaban riquísimas) y lo repito aquí: MUCHAS GRACIAS.